La hernia de Spiegel es un tipo de hernia que se produce a lo largo del borde lateral del músculo recto anterior del abdomen, específicamente en la porción inferior de la línea semilunar de Douglas.
Este tipo de hernias son bastante raras, constituyendo entre el 0.12% y 2% de todas las hernias de la pared abdominal. Se caracterizan por ser hernias intersticiales, donde el saco herniario penetra a través de la aponeurosis del músculo transverso del abdomen y el músculo oblicuo externo.
La mayoría de las veces, las hernias de Spiegel se sitúan por encima de los vasos epigástricos. Pueden ser congénitas o adquiridas, pero la mayoría de ellas son adquiridas. Los factores asociados con estos defectos incluyen la obesidad, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, la cirugía previa y los traumatismos abdominales.
A diferencia de otras hernias, el síntoma principal en una hernia de Spiegel es el dolor, que puede estar acompañado de una masa palpable o no. Este tipo de hernia no distingue de género y la relación hombre-mujer es de 1:4.
El dolor asociado con la hernia de Spiegel suele ser intermitente y punzante al principio, pero se intensifica con el esfuerzo. Su localización puede ser imprecisa y de larga evolución.
El tamaño del orificio herniario es de vital importancia, ya que el 20% a 30% de los casos de pequeño diámetro se presentan con encarcelamiento en los servicios de urgencia y entre el 14% y 21% sufren estrangulamiento.
En casos de encarcelamiento, se ha visto que el epiplón es el que tiene mayor frecuencia, seguido de las asas intestinales.
Para las hernias no palpables, el ultrasonido es de gran ayuda, ya que el orificio herniario en la región semilunar se observa como un defecto de la aponeurosis.
El diagnóstico diferencial más importante son los hematomas post traumáticos de los músculos rectos y los desgarros del músculo.
Por lo general, los síntomas derivas de las molestias causadas por la dimensión de la hernia y su contenido. Los síntomas van desde ser completamente asintomático hasta estrangulamientos de segmentos de intestino. En general cuando el paciente está en reposo no causan molestias. La actividad física, induce síntomas de plenitud, dolor o simplemente la presencia de un bulto en la región.
El diagnóstico de una hernia se realiza principalmente a través de un examen físico. Durante este examen, el médico puede sentir un impulso en su mano cuando el paciente hace esfuerzo, lo que indica la presencia de un saco herniario.
Es importante destacar que las hernias son una afección común, con casi el 30% de los hombres desarrollando una en algún momento de su vida. Las hernias inguinales son las más comunes. La incidencia de estas hernias es más alta durante los primeros cinco años de vida, y hay una segunda incidencia frecuente entre los 16 y 20 años.
La única solución efectiva para las hernias es la intervención quirúrgica realizada por un cirujano experto como el Dr. Juan Antonio Sánchez. Este tratamiento generalmente implica la aplicación de una prótesis de malla en el lugar del defecto de la hernia. Esta malla forma una estructura firme que previene que la hernia vuelva a protruir.
Es importante destacar que la aplicación de esta malla se realiza únicamente bajo anestesia y en un quirófano. En casos donde los defectos son muy pequeños o en niños, el cierre simple del defecto con material de sutura puede ser suficiente para corregirlo. Sin embargo, cualquier procedimiento debe ser realizado por un profesional de la salud capacitado para garantizar la seguridad y eficacia del tratamiento.
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